30 de abril de 2013

Crónicas Diménticas


Faltaba menos de una semana para el estreno oficial de la página y nos seguía pesando, y de qué forma, nuestra absoluta inexperiencia bloguera. El problema no era tanto la posibilidad de ver frustradas unas expectativas, por otro lado inexistentes, como ese temor a ponerse en evidencia que suele acompañar a cualquier proyecto a punto de romper el cascarón. ¿Se entenderá lo que pretendemos al diseccionar a dos manos y en entradas separadas cada partida que echemos? ¿Estaremos escogiendo bien los juegos? ¿Le interesará a alguien ese aire nostálgico que envuelve y define el apartado dedicado a los clásico- Dimentos Raf & Earl: Esclavos cardíacos de la inseguridad -

Faltaba menos de una semana para el estreno oficial de la página y nos seguía pesando, y de qué forma, nuestra absoluta inexperiencia bloguera. El problema no era tanto la posibilidad de ver frustradas unas expectativas de seguimiento, por otro lado inexistentes, como ese temor a ponerse en evidencia que suele acompañar a cualquier proyecto a punto de romper el cascarón.  ¿Se entenderá lo que pretendemos al diseccionar a dos manos y en entradas separadas cada partida que echemos? ¿Estaremos escogiendo bien los juegos? ¿Le interesará a alguien ese aire nostálgico que envuelve y define el apartado dedicado a los clásicos?

Pánico escénico. Hagamos un piloto y a ver qué pasa

Un poco abrumados por las dichosas dudas, tuvimos la feliz ocurrencia de poner en circulación entre familiares y amigos (un par de ellos, jugones confesos) una preselección de las reseñas, más o menos acabadas, con las que teníamos previsto iniciar esta andadura. 

El aplauso no fue ni mucho menos unánime y los palos nos llovieron por doquier, pero con todo, la acogida de la versión beta del blog estaba siendo más positiva de lo esperado. Y había algo en particular que funcionaba bastante bien. ¿El verbo grácil y la claridad expositiva de Dimento Raf? En absoluto. ¿El humor con cuentagotas y esa prosa cruda y directa de Dimento Earl? Menos aún.  Más allá de las tontunadas de una escritura que ya iremos puliendo, a estos catadores involuntarios les sedujo esa panorámica más amplia que resulta de confrontar y solapar dos crónicas tan distintas de las impresiones que te deja un juego. Lejos de antojárseles una redundancia intolerable, el que intuíamos como nuestro mayor hándicap editorial, parecía ser el punto fuerte del proyecto. Además, el carisma de Tiempos Viejunos no pasó desapercibido y gustó el tono desenfadado y sin pretensión alguna de sentar cátedra -faltaría más- de los textos de prueba. Bene, bene...

"Le falta algo, chicos": Siempre los peros...

No es éste el foro indicado para enumerar la larga lista de críticas recibidas (insoportablemente extenso, demasiado breve, muy técnico, algo superficial, muérdase usted la lengua Dimento X, no vuelva a acercarse a un ordenador Dimento Y...), pero había un reproche que, dicho de una u otra forma, se repetía con sospechosa coincidencia:  

Instantánea de la satisfacción en el rostro de Dimento Raf que siguió al alumbramiento de esta sección.
-Todo orbita en torno a vuestro peludo ombliguito: "nuestras quedadas, nuestras partidas, nuestras sensaciones, nuestras chorradas".

-Ventilar un poquito el blog y hablar de vez en cuando de cosas que puedan interesar al común de los jugones. 

-Información chicos, información. 

-Más allá del ego, hay una cosa llamada actualidad, también en mundillo de los juegos de mesa.


El énfasis con el que se nos afeaba esa pose de tipos ensimismados, ajenos a cualquier cosa que no estuviera cogiendo polvo en la estantería del salón, nos obligó a repensar ese rechazo inicial a dar noticias, producto, como dijimos al principio, de nuestra falta de entrenamiento, y surgió la idea de tratar de ofrecer una especie de resumen de prensa diario lo más actualizado y completo posible. Ya está, había "nacido" -¡madre, cuánta pompa!- Dimento News y con ese boletín telegráfico de enlaces a las informaciones originales de editoriales, distribuidoras y otros blogs (a fagocitar se ha dicho) se equilibraba ya la balanza entre lo personal y lo general (1), y podíamos dar por zanjada esta cuestión. O no...

Ahí estábamos, retocando a gritos la plantilla convencidos de que insultar a las máquinas proporciona una falsa, pero muy reconfortante sensación de dominio y control de los acontecimentos, con la maqueta de la sección recién bautizada a medio hacer, cuando tuvo lugar la siguiente conversación, reproducida con literalidad taquigráfica:

-Sr. X, tengo algo en la cabeza que no sé si...
-No se corte Sr. Y, suelte lastre.
-Este rollo del Dimento Reporter puede tener su enjundia. ¿Por qué no aprovechar más ese filón?
-Tiene usted toda mi atención, Sr. Y.
-Abramos una ventana informativa más amplia, tipo suplemento dominical , en la que podamos explayarnos a gusto  y abordar la que consideremos noticia destacada de la semana o cualquier otro tema del universo jueguil en profundidad (2).
-Si se encarga usted en solitario, no tengo nada que objetar. Yo, con parir una o dos reseñas a la semana y dar de comer a la máquina de teletipos tengo trabajo más que suficiente.
-Cierto, es más curro del que estoy dispuesto a asumir... ¡Ya está, joder! ¿No nos tachaban de petardos egocéntricos? Abramos el círculo de colaboradores a nuestros críticos, a los jugones conocidos y a cualquiera que esté dispuesto a mandarnos la crónica de una partida para darle al tablero y lo metemos todo bajo el mismo techado. Y cuando no tengamos nada que contar, nos cascamos un artículo de terceros.
-Y de rebote convertimos esas firmas eventuales en un reclamo para navegantes. ¡Bravo Sr. Y! ¡Comprado! Lo llamaremos Crónicas Diménticas.
-¡Que hallazgo tan ingenioso, Sr.X! ¡Celebro haberle conocido!

Pues eso pretende ser Crónicas Diménticas, un cajón de sastre donde comentar y compartir nuestras impresiones sobre todo lo que se cueza en el universo lúdico y aledaños, y un espacio ocupado por todos los que os animéis a publicar en esta casa el relato de vuestras partidas. Ya se trate del título más novedoso o de un viejuno entrañable, solo os pedimos que os ciñáis al único punto del manual de estilo que hemos sido capaces de consensuar: "Di lo que te plazca, pero no te lo tomes muy en serio y procura no joder al personal más de la cuenta".

¡OKUPA De Dimento a Dimento!

¿Quieres que te cedamos esta sección para reseñar algún juego? Mándanos tus textos y un par de fotos de la quedada a dimentogames@gmail.com. Tras superar los rigurisísimos filtros editoriales,  ideológicos y gramaticales de los autores del blog, se publicarán intactos.


(1) Dimento Earl, que malgastó un año de su juventud estudiando Antropología en la UNED, era más partidario de la dicotomía entre lo particular y lo universal. Dimento Raf ejerce la labor de editor con celo inquisitorial e impone su propia visión de la dualidad expresada en estas líneas.
(2) Quienes ya se hayan sumergido ya en la lectura de la alguna de las entradas publicadas sabrán que se hace pie en cualquiera de nuestros razonamientos.

B.S.O. de la perorata: De mi Corazón Al Aire (1991) - Vicente Amigo

2 comentarios:

Lo primero de todo daros la bienvenido a esto de escribir.

Lo segundo deciros que el aspecto del blog me parece estupendo, sin ser especialmente llamativo queda muy resulton y a mi por lo menos me encanta, si el blog es bonito a la vista es más sencillo de leer y vosotros lo habéis conseguido.

Seguiré atento a lo que vayáis poniendo y aprovechar la gran suerte que tenéis de ser varios los que podéis llenar de contenido interesante vuestro sitio.

Un saludo des de la estantería.

Muchas gracias, nos empezamos a dar cuenta de lo difícil que es esto.

Gracias por la visita precisamente hoy,que estamos de estreno.

Un saludo y te seguimos en:

http://estanteriadejuegos.blogspot.com.es/

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